Somos una Iglesia, formada por personas. Creemos que la Salvación es un regalo de Dios para todo aquel que cree y reconoce que Cristo murió y resucito (está vivo). Jesucristo recibió nuestro castigo en la cruz, llevando él nuestros pecados. Esto quiere decir que debemos creer en lo que hizo Jesucristo en la cruz, arrepentirnos, pedir perdón y convertirnos de nuestros pecados. De esta manera somos hechos hijos de Dios y seguimos a Cristo (tenemos una relación, no una religión), por eso SOMOS CRISTIANOS.
Hacemos buenas obras por amor, porque hemos sido salvados sin merecerlo y seguimos sus enseñanzas en los evangelios y en TODA la Palabra revelada a los hombres que está en la Biblia, por eso SOMOS EVANGÉLICOS.
A través de la historia, la iglesia de Jesucristo sufrió diferentes momentos de separación y divisiones. Algunos debido a cuestiones de interpretación de los textos bíblicos, diferencias de gobierno, otras por poder y corrupción. Así llegamos hoy a tener cristianos Ortodoxos, Católicos Romanos y Protestantes o Evangélicos.
Los Protestantes fueron llamados asi por la reforma de Lutero, monje agustino y teólogo, en Alemania alrededor del 1520. Esta Reforma que pretendió volver a las fuentes del cristianismo dentro de la iglesia Católica fue rechazada y Lutero expulsado por sus declaraciones de corrupción de sus líderes y de lo que en la propia iglesia se estaba realizando (redactado en sus 95 tesis).
Lutero nunca tuvo intención de crear una nueva religión y menos de traer divisiones.
Surgieron así las Denominaciones dentro de las Iglesias Evangélicas, (Luteranos, Presbiterianos, Metodistas, Iglesia de los Hermanos (Brethren Church), Bautistas, Asambleas de Hermanos, Pentecostales, etc.) que han servido para enriquecer y profundizar en el conocimiento de Dios, de su Palabra y la extensión del Evangelio. Estos son como los apellidos dentro de una familia o como las ordenes religiosas dentro de la Iglesia Católica.
Así es que nosotros somos Cristianos; herederos también de las enseñanzas de Jesucristo, de la Iglesia Primitiva y de los Primeros Apóstoles. Pero no Romana ya que nuestra autoridad está en Jesucristo Cabeza de la Iglesia y la Palabra de Dios revelada a los hombres, la BIBLIA.